Los cambios tecnológicos y los hábitos de consumo han ocasionado que cada vez con más frecuencia recurramos a las compras por Internet.
En 2020 el uso de internet se sitúa en los 4.540 millones de personas, unos 298 millones más que en 2019. Y en cuanto a las compras, el 74% de los usuarios de Internet de 16 a 64 años compraron un producto online en el último mes, mientras que el 52% hizo una compra a través de un teléfono móvil.
Las compras por internet encierran un peligro, el robo de datos de la tarjeta, que no solo puede ocurrir cuando compramos en webs extrañas, sino que también puede darse cuando pagamos en páginas populares.
Un estudio sobre seguridad y privacidad informática publicado por la Universidad de Newcastle, demuestra que precisamente las páginas web con mayores transacciones son las más susceptibles de poder sufrir un ataque en un momento puntual, en cuestión de segundos y sufrir un robo de datos de tarjeta
Lo primero, es que no dejes de hacer tus compras por internet, pues existen diversos métodos para realizar una compra segura. Uno de ellos son las cybertarjetas que ofrecen las entidades bancarias y que son tarjetas virtuales de prepago con las que no será necesario que uses tu tarjeta de crédito habitual.
También existen otras herramientas, como son las plataformas para realizar pagos online sin compartir datos bancarios, como por ejemplo Paypal.
Pero, ¿y si ya es tarde? ¿y si ya tienes uno o varios cargos en tu tarjeta que no has realizado tú?
No te preocupes, pues a continuación voy a tratar de ayudarte.
Lo que debes hacer:
- Dar de baja a la tarjeta en cuestión, llamando al número de atención al cliente de tu entidad bancaria.
- Comunicar sin demora al proveedor del servicio, tu entidad bancaria, el pago de las operaciones no autorizadas, y en todo caso, dentro de un plazo máximo de trece meses.
- Una vez comunicado a tu entidad bancaria los cobros fraudulentos y al no haber perdido la posesión de la tarjeta en ningún momento, el banco debería devolverle de inmediato el importe total de las operaciones no autorizadas sin que tengas que responsabilizarte de ninguna cantidad.
¿Pero y si has extraviado la tarjeta o te la han sustraído?
En ese caso, podrías quedar obligado a soportar hasta un máximo de 50€, a no ser que no te hubiese sido posible detectar la pérdida, la sustracción o la apropiación indebida antes de un pago, o cuando la pérdida se debiera a la acción o inacción de empleados o de cualquier agente, sucursal o entidad al que se hayan externalizado actividades.
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